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Channel: Cocinando... un abril encantado
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Escuela de Cocina Catering Las Hermanas. ¡Próximo curso de conservas!

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¡Feliz día de viernes!
Hoy vengo a contaros novedades en torno al Catering... sí, ya sé que hace varios días que no publico receta, pero con el empacho que tuvimos estas semanas pasadas ¡seguro que aún os estáis recuperando del atracón! y ojo que la semana que viene... ¡¡vienen curvas!!

Así que hoy voy a dejar que descanséis vuestras ansias culinarias para hablaros un poquito de la Escuela de Cocina que, junto al Catering hemos inaugurado.
Ya sabéis, porque nosotros ya nos conocemos, jejeje... que yo soy un pelo re-dicha, que me encanta explicar, extenderme y, como dice mi hermana, hacer proselitismo como un hare khrisna a las puertas del mercado... pues sí, para que engañarnos... odio cuando la gente dice que cocinar es difícil, que no se organizan para planificar los menús semanales o que hacer tal o cuál cosa nunca les sale... ¡pues no! eso no puede ser, y menos si a mí si me sale y de una forma más bien sencilla.

Por eso, además el sentido de este y muchos blogs, y ahí radica el éxito de esta moda que dejó de ser moda hace varios años para convertirse en una realidad... asúmelo, igual que que tu abuela tenga Facebook y seguro que también un blog en el que cuelga fotos tuyas, los blogs de cocina son un hecho.
¿Porqué? Precisamente porque no viene el mega-chef de turno a sentar cátedra sobre cómo ligar una salsa holandesa... sino que nosotros somos más de cómo cortar una piña o cómo preparar una lasaña, ¿verdad?
Y ahí tenemos ese afán por compartir, por dar y por disfrutar cuando tal o pascual te escriben diciendo que les ha salido tu receta, o que qué bueno todo o que qué bien explicado.



Con ese ánimo hemos abierto la Escuela... y quería que fuerais de los primeros en echarla un vistazo y que vierais qué hemos preparado. Como podéis ver hay un porrón de cursos, jejeje... muchas fechas y opciones, pero tranquilos porque según nos vayáis pidiendo iremos reponiendo ediciones y haciendo cursos nuevos.
Son muy amenos, nada técnicos y muy yo... eso os lo aseguro, vamos reflejan lo que para mí tiene que ser la comida... buenísima, sin complicarte la vida y a ser posible económica.
Por eso, además, los cursos son cortos, económicos y online, para que podáis verlos cuando os dé la gana, no sólo en las fechas concretas del curso sino, además, en los tres meses siguientes a su publicación.

No quiero entreteneros más, sólo dejaros con los enlaces de acceso para que podáis verlos por vosotros mismos.
Espero poder veros pronto por la escuela... y, si queréis recibir información exclusiva de todo lo que pasa por Las Hermanas ¡suscribiros a la newletter! (que además cada suscripción tiene sorpresa, jejeje... pero no puedo deciros más, jejeje)



Por hoy me despido... ¡¡feliz fin de semana de Halloween!! Ya os enseñaré cómo celebro el mío...
Un besuco gordo, Luz.

Carolinas de Bilbao... para la Cocina Typical Spanish

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¡Feliz día dedicado al dulce Typical Spanish! Sí, hoy 4 de noviembre, cuando se celebra el segundo aniversario de nuestro reto de cocina más patrio celebramos, también, el día de esos dulces tradicionales, o más modernos pero muy nuestros.


Sí, yo hoy vengo a endulzaros la vida con un postre bien patrio, jejeje... ¡las Carolinas de Bilbao! Ya sé que las mías no están a la "altura" de las de Martina Zuricalday, jejeje... pero espero que al menos sean fácilmente reconocibles, jejeje...

Con ellas, además de celebrar este día, homenajeo a mi abuela... bilbaína de pro y a mucha honra, como bien diría ella (y como bien se proclaman todos los bilbaínos, jejeje) que hace dos años nos dejó.
Ella, como os decía, nació en Bilbao, y vivió allí muy poquito tiempo, enseguida la llevaron a educar a San Sebastián... nos contaba con mucho cariño sobre los días en que, teniendo la tarde libre en su "internado para señoritas", iba a casa a merendar... ¡y qué meriendas! de sentarse en el comedor, con todas las luces encendidas, el mantel de lino planchado, las muchachas con cofía... y un dulce detrás de otro... pufff... cómo lo contaba.
Luego, "vino la guerra y se acabó todo" y con todo ella se refería a todo-todo.

Ya ni meriendas, ni cenas antes de ir al teatro, ni almuerzos para 20 con 15 platos servidos.
Eso es algo que no se ha vuelto a recuperar, como ella bien decía, pero, al menos... como decía mi abuelo, ¡se salvaron las Carolinas!
Jejeje... ¿que de donde surge este postre? Pues la verdad es que no he podido desentrañarlo 100%, pero me quedo con la historia de Biscayenne que además es una entendida... resulta que un señor repostero tenía un niña bien golosa, que se tiraba a por el merengue mañana, tarde y noche con el consiguiente disgusto de la mamá de la niña porque la niña iba todo el día hecha un pringue... así que la conclusión fue no ya ponerle un babero... sino crear un postre para ella... unos pasteles de arroz como sólo los tienen en Bilbao coronados por un copete bien exagerado de merengue (como sólo se puede ser de exagerado en Bilbao, jejeje) y decorarlos con unas tiras de chocolate y de yema de huevo, y ¡ea! ya tenía Carolina un asidero bien goloso para empapuzarse de merengue, jejeje... ¡un postre que encima llevaba su nombre!

Pues yo os traigo mi receta, receta que he hecho conforme las instrucciones de otra bilbaína de pro, Begoña de Las recetas de Marichu y las mías, cuyas recetas siempre son una triple A, jejeje... siempre salen, siempre se entienden fenomenal, siempre están buenísimas... como diría mi abuela, ¡oso-ondo!

Receta de Carolinas de Bilbao.
*** Esta receta no es, ni de hacer todos los días, ni de la ceca a la Meca, es de ir con tranquilidad y paciencia, primero tenemos que preparar los pasteles de arroz, después el merengue y finalmente montarlo todo.***


Ingredientes para 12 Carolinas:
Para los pasteles de arroz:
- 2 láminas de hojaldre comprado
- 3 huevos
- 125 gramos de harina de repostería
- 125 gramos de azúcar
- 125 gramos de mantequilla derretida
- 500 ml de leche
- 1 trozo de corteza de limón
Para las Carolinas:
- 4 huevos 
- 150 gramos de azúcar
- 3 cucharadas de azúcar glas
- 150 gramos de chocolate negro para cocinar

Modo de hacerlo:
1. Comenzamos preparando los pasteles de arroz. Para ello, en primer lugar ponemos a infusionar la corteza de limón en la leche, que ponemos a calentar en un cazo. Una vez caliente apagamos el fuego y dejamos reposar hasta que enfríe, momento en que retiramos la corteza.
2. Mientras vamos a preparar los moldes. Usaremos un molde para hacer muffins, o cupcakes, de esos de 12 unidades medianas, que engrasamos ligeramente. A continuación cortamos las láminas de hojaldre en 6 trozos más o menos iguales y plegando un poco los laterales los colocamos en el molde un trozo por cada "cápsula". Plegando como digo bien para que todo el hueco esté bien cubierto con el hojaldre, si os quedan muchas "barbas" recortar con un cuchillo el sobrante.
3. Ponemos a precalentar el horno a 180ºC calor arriba y abajo.
4. A continuación con unas varillas manuales o eléctricas mezclamos muy bien los demás ingredientes... los huevos, el azúcar, la mantequilla derretida, la harina y la leche a la que previamente habremos sacado la corteza de limón.
5. Cuando obtengamos una líquido fluído y sin grumos vertemos con un cacillo en cada molde hasta 2/3 de la capacidad.
6. Y horneamos a 180ºC durante unos 20 minutos o hasta que pinchando con una brocheta en el centro del pastel ésta salga limpia.
7. Sacamos a una rejilla y dejamos enfriar completamente fuera ya del molde.
8. Una vez estén los pasteles listos y fríos podemos comenzar a preparar el merengue. Así, separamos las claras de las yemas de los cuatro huevos.
9. Y con las yemas vamos a hacer una crema que luego decorará nuestras Carolinas. Poniéndolas en un cazo junto a 4 cucharadas de azúcar, y al fuego hasta que veamos que se ha disuelto por completo el azúcar.  Apagamos entonces el fuego y dejamos enfriar.
10. Por otro lado montamos las claras a punto de nieve, añadiendo poco a poco el azúcar reservado al que hemos sustraído las 4 cucharadas de azúcar de las yemas. Batimos con las varillas hasta tener un merengue bien duro, añadiendo en el último momento con una espátula las cucharadas de azúcar glas.
11. Colocamos el merengue en una manga con boquilla redonda y lisa de grosor medio y decoramos nuestros pasteles de arroz haciendo un cono cuanto más elevado y picudo mejor (los míos han quedado bastante bajitos para los estándares bilbaínos).
12. Una vez listos todos los pasteles los colocamos en una bandeja de horno y horneamos a 100ºC en la opción calor arriba o grill, para que el merengue se seque y endurezca más rápidamente, unos 10 minutos.
13. Pasado ese tiempo sacamos y decoramos. Primero con la crema de yema, un par de tiras que vertemos desde la punta de la Carolina con ayuda de una cucharita. A continuación volvemos a hornear 10 minutos para que la yema se cocine.
14. Mientras podemos derretir el chocolate a intervalos de 10 segundos en el microondas.
15. Sacamos finalmente del horno y con otra cucharita vertemos otras dos tiras de chocolate.
Dejamos que enfríe y se solidifique bien "el copete"¡y listo para comer!



Lo que más me gusta de estos postres typicals son dos cosas: lo finos y delicados que son, lo deliciosos... imaginaos... hojaldre, crema ligeramente aromatizada con limón, merengue y chocolate, ¿es o no es un manjar?
Lo segundo que me gusta es que no se hace en un minuto ni en el microondas. No, no es un postre instantáneo o de dar 0 problemas... es un señor postre de los que como decía mi abuela sólo se veían en las confiterías... sólo lo hacían profesionales, vaya... con lo que lo valoras más, en mi opinión.
Es como los buñuelos, o el Roscón, se comen muy de vez en cuando por lo laboriosos y especiales que son.

Me muero de ganas de ver qué otras recetas han elaborado mis compañeros, yo os dejo aquí para ir a ver las suyas.
Un besuco grande, ¡y nos vemos en un par de días!
Luz.

Huerto comestible con tierra de olivas y salsa gribiche, de Heston Blumenthal... para Cooking the chef

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¡Buen día a todos! ¡Hoy estreno nuevo reto!.... Bueno, la que se estrena soy yo en el reto, jejeje.... un reto que ya lleva unos meses de vida y que desde el principio quería formar parte, pero a pesar de las ganas una no puede desdoblarse del todo (¡nunca he sido una niña del circo! aunque puede que todo se ande, jejeje) y con gran coraje tuve que dejarlo estar.

Sin embargo en los últimos meses por unas cosas o por otras han ido desapareciendo algunas convocatorias mensuales, otras me he tenido que da de baja yo dada mi falta de compromiso por lo que en cuanto vi la oportunidad allá que me lancé, ¡Cooking the chef!

Este reto, cuyas anfitrionas son dos blogeras de tomo y lomo April y Aisha es de esos de los de subamos a las alturas y codeemonos con los dioses de la gastronomía, ¡porque nosotros lo valemos! Pues claro que sí, jejeje...

En cuanto leí cuál era el sentido del reto, que no es otro que aprender, inspirarnos, estimularnos y creer en este mundo de la cocina en el que, si no nos esforzamos pronto caemos en nuestros cuatro platos estrella de los que no nos saca nadie, supe que el reto iba a ser una chulada.


Pues sí, el reto además es de los que nos saca de nuestra zona de confort, nos lanza al vacío y nos deja preguntándonos, ¿pero y yo que creía que sabía cocinar?... porque cada mes nuestras anfitrionas nos proponen un chef... un chef conocido o más desconocido, genios de la cocina premiados o mediáticos, de esos que estamos hartos de ver en la tele (¡ya se me escapó el mes de Jamie Oliver! ¡vaya por Dios!) a esos de los que no hemos oído hablar jamás. ¿Que qué hacemos con ese chef?  Pues copiarle un plato con todo descaro. ¿Os acordáis en esas ediciones de Masterchef donde iba un cocinero mundialmente famoso tipo Ferrán Adriá y los concursantes debían imitar una de sus recetas? A mí esa prueba era la que más miedo me daba, miedo, vergüenza y agobio por los concursantes... ¡¡menudo papelazo!! ¡¡con el chef delante!!
Pues aquí me tenéis haciendo lo mismo y pensando, como el chef de turno googlee su nombre (¡reconocer que lo hacemos todos!) seguro que pilla el reto y ve nuestras recetas ¡¡¡¡¡¡oh Dios mío!!!!!

Bien, como a mí no me han tachado nunca de cobarde sino más bien de loca, jejeje... aquí estamos, dispuestas a dar el callo y pasar un punto de vergüenza, que también eso es muy sano, oye.

Este primer reto (para mí) ha sido una ilusión, una sorpresa y sí, un puntillo de "¡a mí quién me manda meterme en estos fregaos!" os lo reconozco.

El chef invitado de este mes es el británico HESTON BLUMENTHAL.
Yo lo conocía porque soy una adicta a los videos de cocina, lo reconozco... y al canal de Waitrose, esos supermercados tan pijos británicos que como buenos vendedores tienen un canal de YouTube donde chefs famosos y no tan famosos cocinan... y ya había visto a Heston en acción.

Foto: www.telegraph.co.uk

Para aquellos a los que este hombre os suene a chino os diré que es un cocinero de los que yo llamo "científico"él prima por una cocina más científica, más técnica y más orientada al estudio del sabor, la composición y la textura, es más metódico y sistemático... más científico que cocinillas.
Y que conste que lo curioso es que Heston no ha pasado por ninguna escuela de cocina al uso, no señor, él mismo ha ido formándose y a la vez formando su propia impresión de la cocina y de la comida.
A los más puestos en la esfera "trendy" os sonará "The fat duck" uno de sus muchos restaurantes y con el que consiguió 3 estrellas Michelín y en el que vivió un grave problema por una intoxicación alimentaria que afectó a más de 400 personas.
Ha participado en varios programas de televisión, he visto varios y de él me gusta que transmite pasión, dominio y sobre todo una gana de saber, descubrir y desmontar "el mito de la cocina", sí es cierto que no es un tipo cercano como Jamie, sexy como Nigella o simpático y cooky como Rachel Khoo o Donal Skehan todos ellos cocineros mediáticos de allende las islas del Imperio... pero tiene ese algo... a mí me recuerda a nuestro Jordi Roca, del que yo creo que es un tipo tremendamente atractivo aunque sólo sea por esa pasión que se le escapa sin querer, ahí le veo yo la gracia.



Pues bien, una de las cosas que me han gustado del reto de Aisha y April es que no sólo te hablan un poquito de cada chef, sino que encima te aligeran el trabajo mostrándote sitios donde descubrir sus recetas y echarles un vistazo... yo, como os contaba, me lancé primero a los videos de Waitrose, sus huevos Benedictine, su hamburguesa con queso, o el que más le gusta a mi hermana y que también he probado, su steak sandwich!!
Pero decidí que no, que aquí si te lanzas tienes que hacerlo cogiendo carrerilla, sino te empapas entera y te mueres de frío, ¿verdad? Así que me metí en la carpeta de Pinterest creada por Masterchef Australia y me quedé ojiplática con este "huerto"... ¡qué chulada!
Así que como me pasa a menudo no miré más y esta ha sido la receta elegida, no he tenido más que pensar...

El plato en sí no reviste ninguna dificultad, os lo aseguro. Consiste en una salsa gribiche (primera vez en mi vida que oía ese nombre) que no es más que una salsa tártara a la que se le añade más vinagre y más hierbas; a continuación y, a modo de tierra, viene una capa de olivas negras deshidratadas y trituradas en textura de galleta Oreo para base de tarta, jejeje... no sé que mejor comparación hacer y seguro que la pilláis al minuto; y, por último, las protagonistas, las señoras hortalizas que crecen en tu huerto... cocidas al vapor ligeramente y ¡listo!

Me ha gustado mucho el plato, es de los de dejar con la boca abierta sin tener que hacer mucho ruido, os lo aseguro... lo más petardo puede ser, fíjate tú, lo demás, coser y cantar. Lo que sí, como les he contado a April y a Aisha, no es un plato para pedirte tú y comerte entero... hay 4 verduras, y dos kilos de olivas y de salsa... ¡acabas hartito al tercer bocado! Creo que es más un plato de lucirse, de hacer más hermosito en plan en plancha de horno delgadita, con capas más finitas de salsa y "tierra" y plagada de verduras que se puedan coger con la mano a modo de crudités con su salsa... no sé si esa es la idea original, pero yo, si repito la receta, creo que lo haré así, a modo de aperitivo para compartir.

Os dejo por fin con la receta:


Huerto comestible de tierra de olivas y salsa gribiche
Ingredientes para 2 huertos como los que veis en la foto (y me sobró un poco de todo):
- 200 gramos de olivas negras deshuesasas procurad ue sean de buena calidad, y no muy saladas como pueden ser las kalamata, por ejemplo)
- 8 zanahorias baby, o sino encontráis zanahorias normales, pero sólo usaremos la parte más cercana al rabito
- 8 coles de bruselas medianas
- 8 puntas de espárragos verdes
- 8 tallos pequeños de brócoli
- 8 tallos de ajetes
Para la salsa gribiche:
- 1 huevo
- 130 gramos de mayonesa
- 35 gramos de pepinillos en vinagre
- 30 gramos de alcaparras
- 15 gramos de vinagre de vino blanco
- 30 gramos de nata para cocinar
- Hojas de perejil fresco
- Ramitas de cebollino
- Sal y pimienta

Modo de hacerlo:
1. Lo primero que tenemos que hacer es deshidratar las aceitunas. Para ello precalentamos el horno a 140ºC calor arriba y abajo (y mejor aún si tenéis opción de esa con ventilador). Distribuye las aceitunas sin hueso por toda una bandeja del horno y déjalas deshidratas unas 3 horas. Pasado ese tiempo verás que están más contraídas pero aún bien enteras. Yo lo que hice fue sacarlas y trocearlas un poco. Las dejé una hora más (4 en total) y pasado ese tiempo ya están tiesas del todo.
2. Sacamos y dejamos que se enfríen.
3. Mientras ponemos a cocer nuestras verduras al vapor, y, dentro de la cazuela con agua el huevo para la salsa gribiche que necesitamos que esté cocido.
4. Con las verduras listas y el huevo cocido hacemos a continuación la tierra de aceituna. Aunque Heston recomendaba no triturar las olivas pues podían quedarse en una pasta yo lo hice y a mí se me quedó una tierra así gordita... mi secreto: le dí un par de vueltas en el procesador a velocidad media y lo saqué enseguida, con las olivas, además, completamente frías para que no se apelotonaran. Sino, si lo hacía a mano quedaba súper gordota.
5. Finalmente hacemos la salsa gribiche. Empezamos montando la nata y reservando. En la misma trituradora eléctrica picamos los encurtidos y las hierbas aromáticas y los llevamos a un bol donde rallamos el huevo duro, añadimos la mayonesa, incorporamos la nata montada, el vinagre y salpimentamos.
6. Montamos entonces el plato. En un recipiente poco hondo para que se pueda apreciar bien el efecto del huerto colocamos una capa de salsa gribiche, a continuación espolvoreamos la tierra de olivas por encima cubriendo toda la salsa pero sin amontonar. Y, por último, haciendo hileras "plantamos" nuestros vegetales, aquí cuidado sobre todo con los espárragos que no cooperan mucho.



¡Y listo!
¿Verdad que no es para tanto? Cualquiera lo diría viendo el plato, ¿verdad?
Bien, yo me voy despidiendo que se me han dormido los dedos de tanto escribir, jejeje... me voy corriendo a ver lo que han hecho mis compañeros.
Un besazo enorme, Luz.

Sopa mexicana especiada, con pollo, aguacate y queso

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¡Buen día de viernes! Ummm y aquí los madrileños, ¡tenemos puente! Sí Señor, que mi hermana está de Santo y hay que ir sacando la alfombra y desempolvando la mantilla, jejeje....

Siempre he pensado que mi hermana tiene un morro que se lo pisa por tener fiesta el día de su Santo... y que yo también pondría nombres a mis hijos que coincidieran con fiestas, sino nacionales, al menos locales... pero salvo Almudena o Ignacio (que aquí en Madrid no se celebra), o Begoña (que es en agosto y estás de vacaciones igual) no se me ocurre mucho... en mi casa no hay mucha tradición de Pilares, Conchas o Santiagos, la verdad... pero ya seguiré pensando, jejeje.

Hoy quiero ir al grano y no soltaros mi vida en verso que ya nos conocemos, jejeje... estamos a las puertas de un fin de semana largo, un fin de semana de otoño y, aunque yo voy a estar trabajando, cosa que os cuento no porque no me queje, ¡sino porque no me lo creo!, jejeje... a mí siempre me apetece preparar recetas fáciles, rápidas y de esas que entonan el cuerpo y te dejan una sonrisa en la cara, ¿y a vosotros?

Uno de nuestros últimos descubrimientos es volver a casa hartitas de cocinar, de repartir, de charlar y de reír y tirarnos al sofá a ver películas... cosa esa, diréis, que ya hacíamos antes, jejeje... ¡mira que listas! Ya, pero para mí la novedad es que, a pesar de todos los malos augurios yo llego a mi casa después de días y días metida en la cocina... ¡para volver a cocinar! Sip, para mí el premio es volver a casa y, mientras yo preparo una de estas sopas,  Almu prepara un par de tostas para acompañar, un guacamole de esos de comer a cucharadas, acompañamos con un par de margaritas ¿qué sería la vida sin un margarita? y terminamos con el postre, of course, que con todo lo que cocino estos días mi casa parece la de Papá Noel y la feria del azúcar, jejeje...


¡Y a repantingarnos tan a gusto! Si, cocinar no me harta la verdad, pero es que encima, con recetas como estas... tampoco es que cocine mucho que digamos, jejeje... os lo aseguro. En 20 minutos tenéis un platazo de 10, una sopa contundente, de las de morder y que te deja todo templadito y saciado.

La receta original era de Gordon Ramsay, pero yo cada vez la hago de una manera diferente, jejeje... dependiendo de lo que encuentre en la nevera, por ejemplo, suelo ponerle maíz, pero como esta vez no tenía le puse pimiento verde, ¡y listo!
Lo que sí os recomiendo es ponerle el queso para fundir y el aguacate fresco, unas hojas de cilantro... ¡y un poquito de picante!

Os dejo con la receta.

Receta de sopa mexicana especiada.


Ingredientes para dos personas:
- 1 pechuga de pollo
- 3 lonchas de bacon
- 1/2 cebolla picada
- 2 ramas de apio en cubitos
- 1 pimiento verde picado o 1 latita pequeña de maíz
- 1 vaso de tomate triturado
- 1/2 cucharadita de mezcla de especias mexicanas, cajún o, sencillamente, de cayena molida
- 1 litro de caldo de pollo
- 1 aguacate
- un puñado de queso para derretir
- 4 cucharadas de creme fraîche
- Unas hojas de cilantro fresco

Modo de hacerlo:
1. Esta sopa es muy sencilla... todo es cuestión de ir añadiendo ingredientes. Primero picamos la pechuga de pollo en trozos menudos. También cortamos el bacon en tiras.
2. Ponemos una olla al fuego con dos cucharadas de aceite de oliva y añadimos el pollo para que se saltee. Una vez esté ligeramente dorado añadimos el bacon y dejamos en la olla hasta que éste último esté bien crujiente.
3. Llegado ese momento retiramos el bacon y el pollo de la cazuela y reservamos. Añadimos a continuación las verduras, cebolla, apio y pimiento o maíz, todo en trozos menudos y dejamos que se sofría en la grasa que ha dejado la carne.
4. Una vez hay cogido color añadimos la 1/2 cucharadita de especias y cuando ya se huela el tomate triturado, mezclamos bien y dejamos que se concentre un poco, unos 3-4 minutos.
5. Pasado ese tiempo incorporamos el caldo de pollo, reducimos a medio-bajo el fuego, tapamos la cazuela y dejamos cocinar unos 20 minutos.
6. Cuando pasen los 20 minutos apagamos el fuego servimos y emplatamos junto con un puñadito de queso para fundir por encima, unas cucharadas de créme fraîche, las rebanadas de aguacate y unas hojas de cilantro fresco.


¡Ya me diréis! ¡Está de lujo!
Espero poder iros enseñando nuevas recetas de sopas, chowders y cremas de las que preparo en casa porque a mí me salvan la vida... un plato de estos y ¡como nueva!
Espero que paséis un buen finde, disfrutar mucho de este solito que tenemos y ¡comer muy bien!
Un besuco gordo, Luz.

Hoy publico aquí....

Solomillo Sterhazy... mi receta austriaca para... Cocinas del Mundo

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¡Buen día de domingo! Esta mañana me he levantado como con un petardo, jejeje... dispuesta a comerme el mundo... llevo varios días sumergida en un proyecto, con varios encargos listos para entregar... ¡y estoy afónica desde el miércoles! Sí, se que no es para tanto... pero lo que más me estresa de todo el asunto es ¡¡que no puedo hablar!! Los que me conocen saben que a mí se me conoce por dos cosas... porque nunca callo y porque siempre estoy hablando de cocina, esto es así, ni más ni menos, así que estos días sin poder abrir la boca y con un dolor de oídos espantosos han hecho que haya trabajado muchísimo, jejeje...



Total que antes de ayer colapsé, literalmente y pasé el día durmiendo, literalmente, y por eso, el fin de semana, me está sirviendo para reconectar, gestionar papeleo y ponerme al día con el blog, la gente y ¡mi granja de Facebook! Si, yo sigo enganchada meses después...



Bueno, no quiero enrollarme más de la cuenta, sólo poneros al día, jejeje... hace unos días os conté que estaba haciendo actualizaciones en el blog, algunas seguro que ya las estáis viendo... otras, que me han dado más penita han sido la decisión de dejar algún que otro reto, unos porque estos llegan a su fin, como el reto de Tía Alia que me dan mucha pena... otros como el reto del Asaltablogs porque participar se había convertido para mí en un estrés... así que estoy soltando un poquito de lastre y dejando mi participación en retos para aquellos que no precisen una puntualidad germana y una participación sin tacha.
Ahora mismo no puedo comprometerme de esa manera y por ello también me he despedido de ese reto.
El otro día Nieves me preguntó si entre los retos que dejaba estaba el de Cocinas del Mundo... ¡¡por supuesto que no!! Este es un reto que no me cuesta, al contrario, me encanta... así que aquí estamos un domingo más al pie del cañón.



Muchos diréis que qué hacemos en Austria cuando aún nos queda medio alfabeto por completar, ¿verdad? jejeje... pues tendríais razón, pero... ¿sabes que en alemán Austria se llama Osterreich? Ala... misterio resuelto, jejeje... seguimos por la O!!!

Sí, Austria es un país del que, con todos mis perdones sólo me recuerda a una cosa, sí. ¡la emperatriz Sissi! Yo ya lo siento, pero pasé toda mi infancia dando la murga con las pelis esas que hizo Romy Sheneider que eran preciosísinas, bonitísimas y cursilísimas... ¡esas! Esas en las que todo eran bailes, vestidos imposibles y hombres con uniforme.... ay... no os diré más que pasé la mitad de mi pre-adolescencia con un saco de sábanas viejas que me ponía unas encima de otras para aparentar los vestidos, y me dedicaba a ir y venir por mi cuarto sin hacer nada más que abanicarme y soltar risitas tontas... ¡qué tiempos!
Recuerdo que años después mi padre, en ese afán suyo de que lo supiéramos todo y nos interesáramos por mil cosas nos llevó a una exposición sobre Sissi, ¡qué desilusión! Y mira que él me advirtió, pero nada yo seguía soñando con el emperador y el conde Andrasy y en ella tísica en ese diván en un balcón de no se qué isla del Mediterráneo... y bueno, fue leer una biografía suya y dejarme de gustar en absoluto... yo soy así, de extremos, me pasó lo mismo con Marie Curie o con Eisntein, sí serán importantísimos y estupendísimos, pero lees como eran como personas y olvídate! Que seas un genio no te da derecho a ser un ser humano odioso, creo yo.



En fin, volviendo a Austria... la verdad es que este mes escogí mi receta enseguida, bueno, a la fuerza ahorcan, ahora en cuanto vaya a ver qué recetas han escogido mis compañeras y descubrir donde vamos con la P pienso ir directa a buscar mi receta, no vaya a ser que se me despiste...
Y me metí en una página de turismo austriaco bien chula... donde te hablaban de distintas recetas... yo ya tenía publicada la Tarta Sacher, por ejemplo, así que descartada, y tampoco quería meterme en camisas de once varas... y entre búsqueda y búsqueda vi esto del solomillo Sterhazy, ¡cómo la dama de compañia de Sissi en la película! Que sí, que soy muy pesada, pero,.. en fin,.. me sé los diálogos de memoria!!

Así que no busqué más, imprimí la receta y ahí quedó todo... ¡ERROR! Hasta ayer mismo no había hecho la receta, que se veía buenísima, un filete de solomillo de ternera napado con una salsa y decorado con perejil picado, ¿qué podía ir mal? Pues que la receta es un sinsentido, la verdad... hablan de raices como un ingrediente, ¿qué son las raíces? ¿Puerro? ¿Zanahorias? ¿Nabo?... luego las proporciones también son absurdas, ponen las cantidades en gramos y de repente 1/8 de algo ¿?¿?
Total que al final medio la adapté, la verdad... ¡y quedó buenísima! La salsa bien sabrosa, ligera y que combina con la carne fenomenal. Como veis la acompañé de unas patatas chips caseras y a parte hice una ensalada con rúcula, calabaza asada y remolacha también asada, ¡digno del palacio de Schönbrunn ¿o no?

Os voy a enseñar ya la receta que además es bien fácil, a ver qué os parece.

Receta de solomillo Sterhazy.


Ingredientes para 2 personas:
- 2 filetes de solomillo de ternera de unos 2 cm de grosor
- Sal y pimienta
- 1 cucharada de mantequilla
- 1/2 cebolleta picada
- 2 ramas de apio picadas
- 1 diente de ajo picado
- 2 vasos de caldo de carne
- 3 cucharadas de creme fraîche
- 1 cucharada de mostaza
- 1 cucharada de harina
- 1 cucharadita de zumo de limón
- Cebollino fresco para decorar

Modo de hacerlo:
1. En primer lugar salpimentamos los solomillos y los pasamos por la plancha bien caliente que tendremos con un poco de aceite de oliva.
2. Mientras se cocinan los filetes unos 2 minutos por cada lado ponemos en otra sartén la cucharada de mantequilla a derretir. Incorporamos las verduras y pochamos unos 5 minutos, hasta que estén tiernas pero sin haber cogido color.
3. Los filetes para entonces estarán listos, así que vertemos por encima de ellos el caldo de carne dejando el fuego a media temperatura para que se vaya concentrando el caldo sin consumirse en exceso.
4. Cuando la verdura esté lista la añadimos a la carne y removemos para disrtribuirla bien.
5. A continuación en un bol mezclamos la creme fraîche, la mostaza y la harina y  hacemos con la mezcla una especie de roux que incorporamos a la sartén para que se deslía junto con el zumo del limón.
6. Yo en este punto saqué los filetes del fuego, pasé la salsa a un vaso de la batidora y trituré para que me quedara una salsa bien fina y color café que volví a poner en la sarten junto con los filetes para que recuperara el hervor.
7. En ese punto saqué del fuego y emplaté con una base de salsa, el filete encima, otro par de cucharadas de salsa, las patatas chips por encima y cebollino fresco picado decorando todo el plato.

¡Queda delicioso! Con un sabor tremendamente integrado donde no predomina ningún sabor ni a verdura ni a mostaza, por ejemplo.. muy rico y gustoso junto con el filete, al que hay que tener cuidado de no sobre-cocer... por eso la receta no tenía mucho sentido, decía que había que tener la carne cociendo en el caldo 30 minutos ¿?¿?¿? ¿Un solomillo? Yo en total tuve la carne cocinando entre el marcado y cuando la saqué máximo unos 10 minutos... así quedó tierna y jugosa pero no pasada o dura, eso hay que considerarlo.

Pues bien, este ha sido mi reto, veremos a donde viajamos el mes que viene.
Yo me despido por hoy, un besazo gordo, Luz.

Tiramisú de chocolate... para "cenas de whassup"

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¡Buen día de lunes! ¿Qué tal habéis pasado el fin de semana? Me encantan estos fines de semana de otoño, llenos de luz, un poco de fresquito y tardes largas y largas que se confunden con las noches.

Yo estas tardes, cuando no estoy trabajando, las dedico a leer (que es al final mi pasatiempo favorito, ahora que cocinar es "algo más" jejeje), a hornear, ¡a dormir!, a charlar en esas tardes de sobremesa que se pasan Velázquez para arriba, Goya para abajo acabando sentados en Platea... (ejem... ese es un plan de otro finde, este ¡lo he pasado sin voz!), a enlazar una peli con otra y a hacer cenas de picoteo o pizza.

La receta con la que estreno la semana es un habitual en mis cenas "rápidas" esas cenas improvisadas de whassup un sábado por la mañana cuando queremos vernos pero no tenemos una cita programada en plan cine, teatro o fiesta de.... en ese caso esto va así: "¿quedamos?", "vale", "¿qué hacemos?", "No sé, ¿qué te apetece?""¿Un teatro, una exposición, vamos a cenar por ahí?""Ummm... no, estoy en modo perezoso, vamos a hacer en casa""Ok...."
Y punto final.
En esos casos suelo tirar de lo que ya tengo... pues eso, de pizza que es el mejor "quita-restos-de-nevera" del mundo, sino, por supuesto, una pasta rápida, un pastel María Luisa... como me pilles de humor un guiso de esos a fuego lento o un pollo asado... y como no me pilles de humor en absoluto directamente tiro por el invento del siglo: las tablas... un poco de queso, una fondue, un poco de fiambre o patés ¡y a correr!


Pero siempre nos apetece un postre... y también para eso tengo mis recetas de "emergencia" que no suelo repetir, todo hay que decirlo... ¿porqué? Porque soy un culo inquieto, mi hobby recién descubierto es ir en el metro pineando recetas facilonas... con lo que luego llego a casa abro galería y me inspiro, tal cuál.
Así salen las brochetas de piña braseadas con ron y salsa de chocolate, la cheesecake de Oreo que tardas 15 minutos en hacer y 6 horas de nevera, el hojaldre de manzana que es un clásico por algo... o este tiramisú de chocolate si me pillas con buen humor, como decía antes.

El humor para estas cosas es importante, y como no estés con ganas, mejor compra un Ben&Jerrys que además te subirá el ánimo que no veas...
Pero este tiramisú que parece currado y laborioso no lo es en absoluto.
Es una receta de Jamie Oliver, y con eso lo digo todo. En mi opinión Jamie Oliver es de los que ves que enredan muchísimo en la cocina, lo ponen todo hecho un cisco y para cuando te quieres dar cuenta han hecho un plato impresionante.
Luego llegas a tu casa, te pones a cocinar, ¡y claro que en menos de 20 minutos! Como que no era para tanto!! Esa creo, es su magia, te hace pensar que te has esforzado una barbaridad... ejem... la misma terapia del Ben&Jerrys, jejeje...

Aquí os voy a dejar con la receta, ya veréis... esta es de 40 min, más que nada porque todo tiene que enfriarse y refrigerar antes de montarlo, que sino...
Yo ultimamente estoy en modo "vasito" jejeje... ¡me parece un salvavidas! Todos iguales, cada uno come lo que quiere, para estos postres con riesgo de "desparrame" son fenomenales porque no pasas por el apuro del "directo" y creo que quedan mucho más bonitos.

Receta de tiramisú de chocolate.



Ingredientes para 4 personas:
Para el bizcocho:
·         110 gramos de azúcar
·         4 huevos
·         50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
·         85 gramos de harina de repostería
·         30 gramos de cacao en polvo
Para la crema:
·         100 gramos de chocolate blanco
·         2 cucharadas de leche
·         250 gramos de mascarpone
·         30 gramos de azúcar
·         1 yema de huevo
·         30 ml de licor de café
·         50 ml de café
Cacao en polvo para decorar

Modo de hacerlo:
1.        Hacemos primero el bizcocho. Para ello comenzamos precalentando el horno a 180ºC y engrasando una fuente de horno.
2.        En un bol mezclamos, con ayuda de unas varillas eléctricas el azúcar con los huevos hasta que doblen su volumen y blanqueen.
3.        Mientras derretimos la mantequilla, y, una vez derretida, la vertemos encima de la mezcla de huevos y azúcar.
4.        Incorporamos la harina y el cacao y despacio y con una espátula vamos integrando haciendo ochos.
5.        Vierte la mezcla en la fuente del horno, que quede una capa bien extendida pero fina, y hornea a 180ºC durante 10 minutos.
6.        Deja enfriar el bizcocho completamente encima de una rejilla, y, una vez frío, con ayuda de un cuchillo corta redondeles del bizcocho, unos 4 por vasito del diámetro del propio vaso.
7.        Preparamos ahora la crema.  Para ello comenzamos poniendo en un bol el chocolate blanco y la leche, y colocándolos sobre un cazo con agua hirviendo, al Baño María, dejando al fuego sin que el agua llegue a tocar la base del bol hasta que el chocolate se haya derretido y mezclado con la leche. Entonces retiramos con cuidado de no quemarnos con el vapor y dejamos que temple unos minutos.
8.        Mezclamos mientras tanto el mascarpone con el azúcar, la yema de huevo y el licor ayudándonos con una espátula y finalmente incorporamos el chocolate templado mezclando todo bien hasta que tengamos una mezcla cremosa y homogénea.
9.        Pasamos a montar ya el postre. Para ello colocamos en un bol el café y vamos pincelando con este cada uno de los trozos de bizcocho ligeramente, mientras hacemos capas. Así, primero metemos en el vasito un trozo de bizcocho borracho, seguido de una cucharada de crema, continuamos poniendo bizcocho y crema hasta llenar el vasito, máximo 4 pisos. Terminamos con capa de crema y, sobre ésta, espolvoreamos un poco de cacao en polvo vertiéndolo con ayuda de un colador.
10.      Metemos en la nevera un par de horas para que se asiente y servimos fresquito.



¿Veis? Sencillo, de ir una cosa detrás de otra y de un buen lucimiento, jejeje... A la gente, además, todo lo que sea chocolate creo que le llama más la atención. Y, además, si no os gusta el café, no queréis tomarlo por la noche, etc.. podéis sustituir el licor de café por Baileys o Cognac y el expresso para empapar los bizcochos por un almibar ligero.

Así si se empieza bien una semana, ¿verdad? Bien, ¡pues ánimo a todos! Nos vemos en un par de días...
Un besuco grande, Luz.

Flan valenciano para ... el reto de la Marquesa de Parabere

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¡Buen día a todos! Hoy os traigo un dulce... un postre que a mí me encanta y que me recuerda siempre a mi abuela. Sí, sé que siempre estoy recordándola... ¡pero es que es muy fácil! Pasé casi toda mi infancia con ella, con lo que esos primeros recuerdos tan importantes son, en la mayoría de los casos con ella como co-protagonista, jejeje


Ella siempre hacía flan en dos ocasiones muy concretas: cuando había algún enfermo... "vamos hija, hagamos un flan a tu prima la que sea que está malita, seguro que se lo come con gusto" y ¡a cocinar!; segunda opción: cuando tenía sobre-producción de huevos, me explico.

Mi abuela era de esas señoras de antes, como siempre os cuento, que entendía que si una vivía en la ciudad era normal llevar siempre guantes, tener un conserje y cruzar cuando a una le viniera en gana ¡habrase visto a ella eso del código de circulación! si ella tenía que cruzar una calle la cruzaba y punto en boca.
Y... cuando años después ella y mi abuelo se mudaron definitivamente a la sierra pues lo mismo, aunque en este caso el manual de la señora en hogar de campo dictaba que una tenía que tener un capote, un jardinero y gallinas, por supuesto.
Las dos primeras cosas jamás dieron ningún problema, claro que no... pero las gallinas!!! En mi casa es el típico tema tabú... ¿que por qué? Pues veréis, cuando hablo de gallinas hablo de gallinas (unas 8), de patos (3 o 4) de ocas (sólo 2 y de las malditas) y de conejos y lo que se terciara... cada cosa con su casita, su zona para estar al fresco ¡y hasta una charquita para los patos y las ocas! Imaginaos el despliegue... yo aún os puedo desglosar el gasto de los animales, que mi abuelo para estas cosas no se corta.
Pero ella siempre salía con lo mismo "Rafael, ¡y la cantidad de servicio que nos hacen! yo ya no tengo que comprar huevos, por ejemplo", ¡y se quedaba más ancha que pancha!



El problema es que mi abuela no se daba cuenta de que las 8 gallinas ponían de media 6 huevos diarios en una casa en la que vivían dos personas... ¡imaginaos! Y no, mis abuelos no se dedicaron a comer huevos como locos, no... ahí los dejaba el jardinero todas las mañanas.
Sistema Lärsen de mi abuela: con la llegada del fin de semana siempre íbamos unos u otros o todos a la vez... así que a cada visita le preparaba lo que en casa llamábamos "el regalito" que se componía: de una docena de huevos, alguna mermelada, el tutifrutti ese que hacía para "asar aves" haciéndolo pasar por un chutney y algún producto de huerta o similar.
Vamos que ninguno de nosotros comprábamos huevos.
Lo malo... mis abuelos viajaban mucho, pasaban muchos meses en Fuenterrabia y no por eso las gallinas dejaban de poner, ¿sabéis la solución de mi abuela? Pues que mis tíos fueran a la sierra, recogieran los huevos ¡y se los llevaran a ella!
Por eso digo que el tema gallinas es tabú... ¡menuda "inversión" eran las gallinas!

Sin embargo gracias a ellas yo aprendí a hacer caramelo, y flan...jejeje... en esos moldes de los de antes que eran como estos en los que he hecho yo mi flan, pero bien buenos así metálicos que aguantaban de todo... los míos en versión mini son un poco malotes, la verdad, por eso se me ha despanzurrado el flan.



Flan que quise hacer siguiendo la receta de la Marquesa de Parabere... porque hoy es el día de su reto mensual, cuya anfitriona, Estela nos proponía a principios de mes varias recetas.
Yo vuelvo a la excusa de la falta de tiempo el no haberme currado alguna receta más... y ésta, la verdad, en cuanto leí flan, ni leí el resto... ¡ERROR!
¡Es no conocer a la marquesa! Que para estas cosas debía ser calco de mi abuela.
La receta es de las de pedazos de azúcar e instrucciones que se contradicen... yo ayer cuando la hice pensando que todo era mezclar huevos y leche y la leí de entrada me quedé de piedra... se la leí a mi hermana ¡y tal cuál! Pero... ¡es un sinsentido!



Y ahí volví a recordar a mi abuela que me regaló su libro hace años... cuando le hacía alguna pregunta de cocina siempre me contestaba, "mira en el libro de la marquesa", "pero no se entiende nada! así es imposible cocinar"... respuesta de mi abuela: "¡hombre claro hija! ese libro no es para que tú lo cocines sino para que sepas más o menos, cómo yo entrara en la cocina y le dijera a la cocinera cómo tenía que hacer las cosas se me marchaba... así al menos puedo hablar con ella sin que piense que soy una tonta y sé qué ingredientes le hacen falta... y si me pide algo raro sé que no es para la receta, y una cocinera como Dios manda jamás se va a poner a consultar una receta"
¡Pues menudo apaño!

Pues bien, yo que soy una cocinera del siglo XXI decidí que buscaría una receta similar que me despejara dudas, así que adapté esta de Recetas de Rechupete y chin-pún... que a veces la marquesa es para ir con egiptólogo y piedra rosetta por delante.

Receta de flan valenciano.


Ingredientes para 4 flanes de ración:
- 5 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de agua
- Unas gotas de zumo de limón
- 6 yemas de huevo
- 3 huevos enteros
- 175 gramos de azúcar
- 500 ml de leche
- 2 naranjas
- 200 ml de zumo de naranja
- 1 cucharadita de esencia de azahar
- 1 vaina de vainilla

Modo de hacerlo:
1. Comenzamos haciendo el caramelo para las flaneras. Para ello ponemos en un cazo el azúcar, el agua y el zumo de limón, dejando un minuto que el azúcar se empape del líquido. A continuación lo ponemos a fuego medio y dejamos unos 10 minutos sin tocar hasta tener un caramelo dorado.
2. Apagamos el fuego y sacamos el caramelo, vertiéndolo en proporciones iguales en las 4 flaneras. A continuación, con la mano forrada en una manopla o trapo cogemos cada flanera y vamos girando la mano para que no sólo se caramelice el fondo sino también los bordes del molde. Una vez hecho esto con todos los moldes dejamos reservados en una bandeja honda de horno.
3. Mientras comenzamos la preparación del flan poniendo en otro cazo la leche junto con la vaina de vainilla y la corteza de una de las naranjas, procurando sólo emplear la parte naranja, nunca la blanca de la cáscara. Llevamos al fuego y dejamos que caliente, cuando vaya a romper a hervir apagamos el fuego y reservamos para que temple un poco.
4. En un bol hermoso mezclamos los huevos, las yemas y el azúcar. A continuación exprimimos las naranjas y añadimos a los huevos su zumo, junto con la esencia de azahar y, por último, y atemperando primero un poco, la leche caliente que colaremos.
5. Mezclamos con unas varillas manuales hasta obtener un líquido homogéneo que vertemos con un cucharón sobre nuestras flaneras reservadas en la bandeja.
6. Tenemos que llenar los moldes unos 2/3 porque el huevo en el horno se infla, así para que no se desborde no lo llenéis del todo.
7. Precalentamos el horno a 190ºC calor arriba y abajo y hervimos como un litro de agua más o menos. Cuando el agua haya hervido apagamos y reservamos. En ese momento, con el horno ya precalentado metemos la bandeja en el horno y vertemos el agua hirviendo en la bandeja sin que llegue a mezclarse nunca con los flanes. Así haremos un Baño María en el horno que nos ayudará a cuajarlos y cocinarlos bien.
8. Horneamos unos 15-20 minutos, como son tan pequeñitos en ese tiempo están más que listos... y nos ayudamos del truco del palillo para descubrir si están bien cuajados, veréis, eso sí que se han hinchado muchísimo.
9. Sacamos del horno, procuramos vaciar el agua caliente y dejamos la bandeja con los moldes sobre una rejilla para que enfríen a temperatura ambiente. Una vez fríos a la nevera hasta el momento de consumir.

La verdad es que son bien sencillos de hacer, de una vez para otra ya les has pillado el truco y los haces de tirón... el principal problema es que ¡son aditivos! Y no tienen nada que ver con los comerciales, así que como te descuides te pasas la vida comiendo flan, jejeje...

Espero que os haya gustado la receta. Por hoy me despido.
Os mando un beso muy gordo, ¡y nos vemos de nuevo el viernes!
Luz.

Hoy publico aquí...

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Foto: Norman Rockwell




Ayer publicaba una entrada muy divertida y espero que útil para todos aquellos que empiezan a organizarse de cara a las Navidades.... ¡tranquilo! Tú respira hondo y dale al siguiente link, jejeje... ¡yo hago el resto!


Ánimo y a por el jueves!!
Un besazo enorme, 
Luz
Pdt: ¿Listos para el black friday?

Arepas venezolanas... la reina Pepiada.... para Desafío en la Cocina

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¡Buen día a todos! ¡Por fin viernes! Sip, ya llega el fin de semana y yo hoy os traigo una receta que es ideal preparar para una cena así con rollo internacional, un plan improvisado o un "espera que bajo al súper un momento" porque es un plato 10 con 0 complicación y, como veréis, es diferente, divertida y ¡riquísima! Es la reina pepiada.


Hoy 20 del mes publicamos multitud de blogs para Desafío en la cocina... ¡estos desafíos me encantan! Siempre me permiten hacer recetas que, de otra manera, o no me atrevería o no conocería... con ellas he hecho cosas buenísimas y sorprendentes que hoy repito una y otra vez (las que para mí son más reto y, a la vez, una sorpresa estupenda cuando me salen bien son los dulces, la verdad) ... como estas arepas.



Las arepas son un "bocadillo" venezolano que podemos asimilar a las pitas, el naan o el lavash. Todos parten de la premisa de ser preparaciones sencillas con escasos ingredientes, en la mayoría de los casos sólo harina y agua... condimentada con aceite, sal y poco más.
Su truco, son panes "de todos los días". Panes de preparar de tirón cuando se acerca la hora de comer porque lo mismo sirven como tenedor, para untar y, sobre todo, ¡son fenomenales para rellenos!
Las arepas, como veis son saquitos de pan de maíz que, al calor de la sarten se inflan un poquito por dentro permitiendo que al cortarlos por la mitad se puedan rellenar. ¡¡A ver!! Nota, que ya veo que alguno está levantando la ceja... no se inflan como las pitas, ¡qué va! Pero, a diferencia de las tortillas, sí se pueden abrir por la mitad sin que se desmigue todo y se puedan rellenar, eso es lo que quería decir.



Por lo que he podido leer hay tantos tipos de arepas como personas en Venezuela... tienen las más típicas, como tenemos nosotros el bocata de jamón, de tortilla o de calamares, typical spanish a más no poder... pues allí las arepas también son cosa seria... os voy a enseñar el desplegable que nos mandó Carolina, nuestra anfitriona del mes, para que veáis las variedades que existen y sobre todo los nombres curiosos que les dan.


¡Qué de ellas y qué buenas! Yo la verdad no me lo pensé mucho... me fui directamente por la Pepiada, ¿por qué? Porque tanto Mercado Calabajío como Las recetas de Marichu y las mías tenían la receta publicada, y, desde hacía tiempo, la tenía en mi lista de pendientes con lo que me tiré a por ella.

La historia del nombre es, en mi opinión muy venezolana, cuna de los grandes bellezones del planeta, o al menos eso dicen los concursos de misses, ¿verdad? 
Pues el tema va de misses, sí señor... ya que una de las arepas más famosas de Venezuela nació en 1955 de la mano de Heriberto Álvarez que se hizo famoso por celebrar que ese año la Miss venezolana Susana Dujim había ganado Miss Universo... ¿que cómo lo celebró? Pues ni más ni menos que disfrazando a su propia niña de reina y sentándola en un trono en el escaparate del local.
El papá de la Miss que pasó por allí vió ahí colocada a la niña y preguntó: le hizo gracia el "homenaje" y días después apareció allí con su hija. Para la ocasión le prepararon esta arepa rellena de pollo enchilado con aguacate y lo llamaron Reina, añadiéndose lo de pepiada que significa curvilínea.

La historia cuanto menos es curiosa, ¿verdad? Y la arepa, naciera como naciera... ¡es buenísima! Os la recomiendo muchísimo.
Como os decía, tanto la receta de la arepa como de la reina las he hecho conforme a las indicaciones de Carlos Dube... os digo cómo.

Receta de arepa Reina Pepiada.



Ingredientes para 8 arepas medianas:
- 1 taza de harina de maíz blanco precocida (harina de la marca P.A.N. que podemos encontrar en la sección internacional de la mayoría de supermercados)
- 1 taza de agua templada
- 1 cucharadita de sal
Para el relleno:
- 1 pechuga de pollo asado
- 1 aguacate
- 1/2 diente de ajo
- 2 ajetes picados o 1/2 cebolleta picada
- 3 cucharadas de mayonesa
- Sal y pimienta

Modo de hacerlo:
1. Comenzamos haciendo las arepas. Para ello en un bol vamos a poner la harina, el agua y la sal. Dejamos que la harina absorba el agua y, a continuación, amasamos unos minutos hasta obtener una masa sólida, consistente a pesar de que pueda deshacerse un poquito. Si os queda más líquida tendréis que añadir un puñadito de harina más.
2. Dejamos en un bol cubierta y reposando una media hora antes de formar las arepas.
3. Para formar las arepas yo dividí la masa en porciones como de pelotas de golf, y me salieron unas 8. A continuación las aplastamos ligeramente con la palma de la mano. Alcanzarán una circunferencia como de tu mano, más o menos, no más... y de grosor tienen que se como de medio centímetro.
9. Vais colocando en una bandeja ligeramente enharinada por abajo para que no se peguen mientras calentamos bien una sarten. Una vez empiece a humear pincelamos la superficie de la arepa con aceite de girasol y tostamos en la sarten, unos 4 minutos por cada lado.
10. Como es mucha masa en ese tiempo no se habrá cocido bien del todo por dentro, así que volver a poner las arepas hechas en la bandeja e introducirlas 10 minutos en el horno a 180ºC así terminarán de cocinarse bien.
11. Mientras las arepas están en el horno podemos preparar el relleno. Para ello comenzamos deshilachando el pollo, picando los ajetes o la cebolleta y espachurrando el aguacate con un tenedor. Mezclamos todo en un bol al que añadimos las cucharadas de mayonesa, salpimentamos y listo.
12. Sacamos entonces nuestras arepas, que se conservarán mejor y calentitas en un paño de algodón, abrimos por un lado haciendo como una media luna que no alcance toda la circunferencia y rellenamos generosamente.
13. Podemos decorar con un chorrito de aceite de oliva y un poco más de cebolleta por encima.



Quedan muy, muy ricas... ¡¡pero cuidado!! Que, como diría mi padre, entran más por el ojo que por el cuajo y llenan un montón... yo hice las 8 y entre Almu y yo sólo nos comimos 3... advierto.

Voy a ir a ver las demás recetas de mis compañeros... ¡¡a ver qué otras versiones han preparado!! Porque tengo gana de preparar, aquí en casa, un arepa bar... eso de poner todos los ingredientes, las arepas y que cada uno se monte la suya... ¡ya os contaré!

Un besazo grande, ¡nos vemos el domingo!
Luz.

Hoy publico aquí... Todo por lo que sentirnos agradecidos

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Mañana se celebra Acción de Gracias y, por ello, en el blog del Catering os cuento porqué me siento yo agradecida...






¿Y TÚ? ¿TIENES POR LO QUE AGRADECER?

Espero que, en cualquier caso, tengáis un feliz día de Acción de Gracias... y ¡cuidado! ¡El viernes llega el Black Friday! Señoras y señores... ¡vigilen sus carteras!
Jejeje...
Un besuco bien grande, Luz.

Bacalao a la vizcaína ... ¡hasta siempre Tía Alia!

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Buen día de lunes... inauguramos la semana con una despedida y un homenaje, las dos cosas.
Desde hace dos (o creo que tres años, la verdad), el último lunes de mes lo reservábamos, muchos de nosotros, para cocinar con la Tía Alia.

Esa tía que era un poquito de todos aunque en realidad era la Tía de Carmen, del blog Recetas de tía Alia. Esa tía Alia que poco a poco compiló un sin número de recetas, de recetas de antes, recetas explicadas como se hacía antes, con mucho encanto, ingenio y sentido común.

Hace ya varios años que Carmen nos propuso adentrarnos a todos en ese maravilloso recetario y recuperar, mes a mes, recetas de toda la vida, recetas de antes... de cuando cocinaban nuestras madres y abuelas, de cuando sacaban partido a lo que había en su despensa y en su mercado, cuando con muy poco hacían más que mucho.. cuando la cocina era otra cosa.


Desde verano no habíamos vuelto a disfrutar del reto, y, a la vuelta de vacaciones muchos nos sorprendimos y preguntamos a Carmen... y, con mucha pena por parte de todos, pero, obviamente, más que ninguna por su parte nos contestó que no habría más reto, la Tía Alia nos dejó este verano, en sus hermosos 93 años de edad (¡y se dice pronto!) y, comprensiblemente, Carmen no está ni para retos ni para historias...

Sin embargo el reto no podía terminar así, como un punto y final, un parón brusco o un "bueno y aquí se acabó lo que se daba"¡pues no! Tía Alia merecía un homenaje y una despedida en condiciones, y ¿qué mejor manera de despedirla que cocinando? ¡Pues eso!

Carmen nos propuso celebrar un último lunes de mes, un último reto y para eso ha abierto para nosotros la Cueva de Ali Baba y nos ha invitado a preparar una de las recetas de su tía, que cada uno hiciéramos la que quisiéramos... y yo he querido preparar esta vizcaína.

Estáis hartos de oírme que mi abuela era de Bilbao, de otra época y de otro mundo, me parece a veces a mí, sobre todo cuando leo las cosas que os cuento, jejeje... porque, a pesar de que las tengo más que asimiladas en mi cabeza luego verlas en papel parecen subrealistas, ¿no es verdad?

Pues bien, esta vizcaína es muy de cocina de antes, de cocinas que no cerraban nunca, de personas siempre ante el fogón, siempre caldeando la casa y siempre preparando comida.
Mi abuela siempre contaba que, antiguamente, cuando en las casas se hacía el pan de todos los días, se preparaban 6 comidas diarias (contando meriendas, sobre-cenas ¡y vete tú a saber qué mas!) con docenas de personas por casa en la cocina se trabajaba de sol a sol, o más bien de madrugada en madrugada, ¡siempre había algo que hacer!
Si no era un caldo eran los bollos o pastas de la merienda, sino las mismas comidas que tenían menús de unos 5 platos al menos... todo hecho en casa, ¡¡eh!! Que comprar cosas fuera significaba que no sabías llevar bien tu casa, ¡imagínate!

En ese entonces recetas como esta vizcaína tenían sentido... ¡se tarda unas tres horas en hacerse! Y me diréis ¿anda, como muchos asados? Pues sí, pero la gracia del asunto es que de la vizcaína no puedes separarte, hay que mimarla, como diría mi abuela, y consentirla, estando erre que erre dándole a la cuchara... ¡¡tres horas!!
Eso hoy, la verdad es que es impensable, ¡con la cantidad de cosas que hay que hacer! Pero yo, que la hice ayer domingo aproveché para rellenar mi despensa para la semana, lo cuál me viene muy bien, así que mientras la vizcaína hacía chup-chup, yo hacía caldo, pollo asado, una lasaña he cocido verdura, huevos y he preparado una tortilla de patata ¡y olé!

Hablo solo de vizcaína y no de bacalao porque en realidad la protagonista de esta receta es la salsa, ¡para que engañarnos! Mientras que un buen pil-pil no es nada sin un buen bacalao una vizcaína no necesita para nada al bacalao, jejeje... antes bien, esta salsa (que yo he aprovechado para hacer en cantidades industriales) tiene cabida para millones de otras preparaciones.
Os advierto a los que no la habéis comido nunca, es un poco un gusto adquirido, es un plato que, como dirían mis tíos es de los de que te salga pelo en pecho, y como diría mi abuela ¡¡jamás lleva tomate ni pimiento rojo!! Que es por lo que conocemos muchos la vizcaína.
No, la vizcaína parte de un fondo de verduras prácticamente hechas mermelada (gracias al paso del tiempo en el fuego), a los que se añaden pimientos choriceros, esos pimientos de Guernika desecados con un sabor ahumado e intenso muy especial... por eso digo que es un sabor curioso, una salsa fuerte y un plato de comer en día de fiesta.

He de confesaros que tenía esta receta entre ceja y ceja cuando en marzo Begoña me ofreció ser anfitriona del reto... pero, ejem... ¡¡la receta de Tía Alia lleva tomate!! Así que, ejem, opté por otra cosa, jejeje... hoy no voy a dejarla pasar y voy a prepararla en su honor, eso sí, ¡no he podido añadirle el tomate! Ya me perdonaréis... os voy a dejar la receta que hacemos nosotros en casa, que, salvo por el añadido del tomate es conforme lo explica tía Alia.

Receta de bacalao a la vizcaína


Ingredientes para 4 personas:
- 600 gramos de lomos de bacalao desalado, yo lo suelo comprar fresco
- 1/2 vaso de aceite de oliva
- 4 dientes de ajo
- 500 gramos de cebolla en trozos
- 1 puerro
- 1 zanahoria
- 1 pimiento verde pequeño
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1/2 vaso de brandy o cognac
- Un cuscurro de pan
- 1/2 litro de caldo de pescado
- 9 pimientos choriceros o 9 cucharadas de pulpa de pimiento choricero
- Perejil picado para decorar

Modo de hacerlo:
1. Comenzamos calentando ligeramente en una cazuela hermosa el medio vaso de aceite. En él infusionamos unos 5 minutos a fuego suavito los dientes de ajo. Pasado ese tiempo retiramos.
2. Retiramos a su vez un par de cucharadas de aceite, no queremos que el guiso nos quede muy grasiento, sólo que el aceite cubra la superficie de la cazuela.
3. Subimos un poco el fuego y añadimos las verduras... la cebolla, el puerro, el apio, la zanahoria y el pimiento verde. Originalmente sólo se hacía con cebolla, pero vi que Joseba Lezama le ponía en Robin Food y si es verdad que le aporta una textura y un sabor más suave y compacto a la salsa final, pero poner o no a vuestro gusto.
4. Ahora tenemos que cocinar la verdura a fuego suave al menos 1 hora, tapada la cazuela y removiendo cada 10-15 minutos para evitar que se nos pegue al fondo.
5. Pasada la hora tendremos una mermelada casi disuelta de verduras, ¡bien! Ahora añadimos los alcoholes, primero el vino blanco dejando que se consuma el alcohol y el líquido reduzca, a continuación hacemos la misma operación con el cognac.
6. Añadimos un cuscurro de pan en trozos y removemos bien. Volvemos a tapar y dejamos que siga cocinando la salsa otra 1/2 hora... lo que vamos haciendo es dejar que gane sumando sabores y creciendo con el tiempo.
7. A continuación añadimos la pulpa de choricero, que yo compro ya lista de ZUBIA, me quita del lío de andar escaldando y pelando pimientos y me aguanta fenomenal en la nevera. Dejamos de nuevo cocinar tapada otros 15 minutos.
8. Finalmente añadimos el caldo de pescado, integrando todo muy bien, pero ¡no cantemos victoria! aún habrá de estar cociéndose la salsa una hora más... ¡la última, lo prometo!
9. Pues sí, pasado ese tiempo tendremos una salsa espesa, granulosa pero no con tropezones pues todos hace tiempo que se disolvieron en los líquidos... y de color granate oscuro.
10. Pasamos entonces la salsa por un pasapurés, no la trituréis con la batidora de vaso o el color variará hasta volverse rosa (¡me ha pasado!), así que con pasapuré, y, para más inri, después pasamos por colador... cuanto más fina y brillante esté la salsa mejor.
11. Así como está podéis embotar y conservar, congelar o meter en la nevera... pero nosotros vamos a devolverla a la cazuela, dejamos que coja de nuevo calor y entonces metemos los trozos de bacalao con la piel hacía arriba. En unos 3-4 minutos, dependiendo del grosor de las tajadas de pescado tendremos la vizcaína hecha... veréis que el pescado suelta su propia agua y gelatina, así que dar un par de meneos para que se integre con la salsa, servir... ¡¡y a mojar pan!!



Como os decía no es para comer todos los días, no sólo por lo laboriosa que es, sino porque es una receta pesada, si se hace bien no es indigesta pero sí es un plato contundente de los de un par de veces al año.

A nosotros nos gusta, bueno... nos gusta más el pil-pil y la salsa verde, como siempre me recuerda mi hermana... pero esta está también buenísima, y es una de las más representativas del País Vasco y de las que se ven cada vez menos.... al menos una auténtica vizcaína como Dios manda.

En fin, espero que os haya gustado, para mí ha sido un placer dedicárselo a Tía Alia, que me ha enseñado muchísimo y, sobre todo, acercado a la cocina de mi abuela. Gracias a Tía Alia he revivido millones de historias y momentos con mi abuela, ya que ambas hacían una cocina parecida, hablaban el mismo lenguaje y sobre todo venían de otro momento, ¡hasta siempre Tía Alia!

Yo me despido por hoy, nos vemos pronto,
Luz.

Hoy publico aquí...

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Como vengo haciendo estas últimas semanas, hoy, de nuevo, os re-dirijo a la entrada que acabo de publicar en el blog de Catering Las Hermanas, donde, a pesar de no colgar recetas, o no muchas todavía, os animéis a leerme.




Aquí el enlace a la entrada de hoy:

CURSO ESCUELA DE COCINA ESPECIAL NAVIDAD


Un besote enorme a todos, ¡manteneros al tanto que mañana publicaré recopilatorio de recetas navideñas!
Luz.

Mi recetario navideño

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¡Buen día a todos! ¿Planeando los menús navideños? ¡Bien!
Pues aquí os dejo infinidad de opciones... desde aperitivos, pasando por bebidas, primeros, segundos, ensaladas, guarniciones o postres, ¡de todo!
Espero que os ayuden mucho, cualquier consulta no dudéis en hacerla porque contesto con muchísimo gusto.

¡Vamos allá!

RECETARIO NAVIDEÑO COCINANDO... UN ABRIL ENCANTADO.

APERITIVOS


SOPAS Y CREMAS


PRIMEROS PLATOS




ENSALADAS, VERDURAS Y GUARNICIONES

Ensalada Ottolenghi.
Ensalada niçoise.
Ensalada malgache de marisco.
Salsa de mango y aguacate.
Ensalada de manzana, uvas negras, queso azul y nueces
Ensaladas para fiestas, celebraciones y comilonas varias 
Puré de patatas 
Falafel de remolacha


CARNES, POLLO Y FIAMBRES




PESCADOS Y MARISCO




DULCES Y POSTRES

- Devil´s food cake... para el cumple de Almu
- Brochetas de piña a la barbacoa... con salsa de chocolate
- Banoffee pie

HELADOS Y SORBETES



DESAYUNOS Y BRUNCH



BEBIDAS Y COCKTAIL


Espero que os sirva mucho.
Un besazo enorme y... ¡a disfrutar de la Navidad!
Luz.

Tejas de almendra... para el reto #campanasobrecampana de la Cocina Typical Spanish

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¡Buen día a todos y feliz día de la Cocina Typical Spanish!
Sí, un mes más celebramos nuestro reto más patrio con recetas navideñas, así que pendientes de esas recetas de turrones, dulces y platos más nuestros y más navideños.


Este mes, además, las anfitrionas del reto lanzaron una idea bien simpática... cada participante debía apuntarse a uno de tres equipos, el equipo mazapán, el equipo turrón y el equipo polvorón.

Y no, el hecho de apuntarse a uno de esos tres no implicaba que hubiera que cocinar cualquiera de esas tres cosas, ¿o sí? No lo sabremos hasta hoy... lo que sí significaba era que, al pertenecer a uno de estos equipos se te daba un ingrediente con el que cocinar tu receta más Typical.
Yo me apunté al equipo mazapán, porque, aunque en casa no somos muy turroneros ni de darle a los dulces  más clásicos y españoles pensé que si tenía que hacer alguno, los mazapanes le gustan a mi padre, jejeje...


Sin embargo, como os digo, en nuestro equipo, capitaneado por Julia, de Julia y sus recetas, el ingrediente secreto fue la almendra, sí, la almendra.
Rebusqué montón de recetas, porque no quería caer en el turrón, jejeje... y que sea española, con almendras... ¡la sopa de almendras y cardo! que sé que muchos hacen pero que me cuesta horrores encontrar y más que se la coman en mi casa, jejeje...
Pensé también cosas como lubina con salsa de almendras, almendras garrapiñadas o hacer leche de almendras, jejeje... pero nada me sonaba especialmente bien, o especialmente navideño.

En el interín preparé para el Catering estas tejas, así, sin querer y porque gustan mucho, la verdad... son la torta de fáciles, se preparan en un pispas, y quedan deliciosas... total que ahí estaba yo, dándoles forma con el rodillo cuando llegó Almu de trabajar y me preguntó si las tejas eran para el reto de la almendra ese que me daba guerra..... ¡Y SE HIZO LA LUZ! Pufff... no veáis que gusto, ¡jamás me había pasado nada como esto! ¿Os imagináis? Vosotros en un "bloqueo" cocineril y justo lo que estáis haciendo ya es perfecto... ¡qué alivio!


Así que aquí os traigo estas tejas, nosotros en Navidad compramos muchas cajas de esas de tejas y cigarrillos, en mi casa gustan un montón, rompen con el dulce-dulce navideño y acompañan genial el café,... y desde hace unos años las tejas las hago yo... los barquillos aún no consigo que me salgan bien, pero todo se andará...

La receta la saqué hace tiempo de Internet, ya no recuerdo donde, porque la tengo apuntada y encima he ido variando cosas, me da buenísimos resultados, bueno, a las pruebas me remito, jejeje... es muy sencilla de hacer, se hornean en un pispas y quedan bien chulas, ¿verdad?

Aquí os dejo la receta.

Recetas de tejas de almendra.


Ingredientes para unas 18 tejas medianas:
- 60 gramos de almendra picada
- 50 gramos de mantequilla derretida
- 2 claras de huevo
- 50 gramos de harina
- 75 gramos de azúcar glas

Modo de hacerlo:
1. En un bol mezclamos el azúcar glas con la mantequilla derretida.
2. A continuación espumamos un poco las claras para que se airen e inflen un poco la mezcla.
3. E incorporamos las claras al azúcar y batimos de nuevo con cuidado, a continuación incorporamos también la harina tamizada y, por último la almendra picada. Removemos suavemente para integrar todo muy bien.
4. Con la masa lista preparamos el horno. Precalentamos a 180ºC calor arriba y abajo y forramos una bandeja de horno con papel parafinado.
5. Vertemos una cucharada de masa en la bandeja y con el dorso de la cuchara la extendemos un poco dejando una capa finita y redondeada. En cada bandeja podemos poner entre 5 y 6 tejas, no más porque suben un poquito y se desparraman.
6. Horneamos las tejas unos 10 minutos, hasta que veáis los bordes un poco marroncitos, en ese momento sacamos y, con ayuda de una espátula y un poco deprisa porque se enfrían rápido cogemos cada teja y la colocamos sobre un rodillo presionando en el centro para que se forme la figura de la teja. Dejamos que enfríen en el rodillo con un minuto antes de pasar a dar forma a la siguiente.


Como veis son sencillísimas de hacer, una idea además bien chula si tenéis que hacer un regalito estas navidades porque no llevan nada de tiempo, ni ingredientes difíciles y creo que es algo que gusta a todos.

Espero que os haya gustado la receta de hoy... mañana volvemos con más recetas navideñas.
¡Voy a ver qué ingredientes se esconden tras el equipo turrón y el polvorón!
Un besuco grande,
Luz.

Hoy publico aquí... La fiesta de boda de María y Sergio

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¡Buen día de viernes! ¡qué semana más rara! ¿verdad? Hoy ya es viernes!! Se me han pasado estos días en un sin sentir, jejeje... y tengo un poco de lío entre entradas, encargos y trabajo, jejeje... ¡yo lo achaco a las fiestas! Jejeje... que ya me tienen un poco descarriada...


En fin, que quería enseñaros la entrada que he escrito en el blog del Catering Las Hermanas... allí podréis descubrir cómo es mi trabajo, cómo son mis clientes y porqué adoro lo que hago... ¡no sabéis lo mucho que me colma y lo agradecida que me levanto cada día por ello! 

Os cuento la fiesta de boda de María y Sergio, y el servicio de catering que les preparamos... ¡ya me diréis qué os parece!


Yo me despido por hoy, en un par de días, ¡más! Que ya estoy en medio de todas las recetas navideñas... este año más nuevas.
Un besazo enorme, ¡y disfrutar del fin de semana!
Luz.

Crema de marisco... suave, deliciosa... ¡y económica!

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¡Buen día de domingo! Por aquí andamos hoy a las carreras, ¡es día de compras! Si, hoy tengo que ir a comprar ingredientes y material para los encargos de la semana... y para un proyecto sorpresa y divertidísimo que estoy preparando para el estreno mundial del viernes que viene... ¡y hasta ahí puedo contar! (Si queréis enteraros de más os recomiendo que visitéis nuestro perfíl de Instagram... ahí suelo ir actualizando nuestra vida en verso, jejeje)

Pero hoy no quiero enrollarme con eso, no... hoy solo vengo a poneros un receta ¡de lujo! sí, de lujo asiático... una crema de marisco intensa, sabrosa, deliciosa, ¡y barata! Yo ya lo siento, ser tan ordinaria con esto de los precios, pero es que en Navidad hay que cuidarse si no queremos acabar pasando la cuesta de enero, ¡hasta junio!
Yo, desde principio de diciembre no paro de recibir mensajes de todas las marcas habidas y por haber recordándome que existe el pago aplazado, que compre por importe de 100€ y me regalan 10 y cosas así... ¡El Corte Inglés me ha escrito 5 mensajes comunicándome que tengo una tarjeta a mi nombre con un anticipo de 1.500€! Total, que el otro día fui y le pregunté a una señorita que eso qué era y que qué quería decir... ¡pues que el Corte Inglés me había abierto así, por las buenas, una linea de crédito para pago a plazos de mis compras navideñas! ¡¡Pero si no había pedido nada de eso!!


En fin, sé que muchos aprovechan estos días para hacer compras más grandes, regalos costosos o darse el capricho que llevan esperando todo el año... yo soy de la liga de ahorrar en cosas como los menús o los regalos y gastar más en planes navideños, salidas o gastar un poco más en decoración. 

Por supuesto que cada uno somos diferentes y todas la opciones son muy buenas... pero he descubierto que si bien puedo comer almejas en salsa verde todo el año, en Navidad cualquiera diría que es un lujo... lo mismo que los langostinos, las gulas o los roscones... ¡¡cuando se pueden comer hoy día todo el año!! Hace poco leí un artículo que comparaba los precios de las cosas en distintas épocas del año, ahora no lo encuentro, sino lo pondría... cosas como el besugo, el marisco o las uvas... que en este momento están por las nubes, el resto del año bajan a la mitad, ¡a más de la mitad!
Así que, en mi opinión, esa especie de "exclusividad" de muchos de estos alimentos se ha perdido... si durante las vacaciones de verano nos vamos de mariscada y disfrutamos de un banquete de ostras, nécoras, percebes y navajas por 20€/persona, ¿porqué voy a pagar por lo mismo 50€ en esta época del año?


Lo de los precios astronómicos antes se entendía, uno quería darse el capricho, el lujo, sólo era una vez al año (literalmente), y, además, tenía su paga extra y su gana de convidar... hoy ni paga extra, ni una vez al año ni nada.
Así que, ¿porqué seguimos dejándonos un riñón? Por eso, desde hace ya varios años, yo opto por menús estupendos y más bien económicos (sino mirar en los menús navideños de años anteriores que siempre cuelgo).
En lo que más gasto, la verdad, es en los vinos y la tabla de quesos, el resto... ¡me niego!

Pues esta receta es de esas... puedes colarla como crema de langosta, con fumet de rape y colitas de cigala que sólo lleva langostinos, que con toda paz podéis comprar congelados... ¡y a triunfar se ha dicho!
La receta es de Begoña, por supuesto, de Las recetas de Marichu y las mías, que la publicó hace un par de años y que desde entonces preparo en toda ocasión y momento porque no cansa nunca, es un primer plato buenísimo y, como digo, podéis invertir el ahorro de esta receta en otros platos.

Os dejo ya con ella.

Receta de crema de marisco


Ingredientes para 4 personas:
- 500 grs de langostinos
- 2 puerros
- 1 zanahoria
- 1 diente de ajo
- 50 gramos de Mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de harina
- 150 ml de Salsa de tomate
- 1 cucharada de tomate concentrado
- 100 ml de Brandy o coñac
- 1 litro de caldo de Pescado
- 150 ml de nata
- Sal

Modo de hacerlo:
1. Ponemos una cazuela al fuego con la mantequilla y el aceite de oliva. Pelamos y cortamos los puerros, la zanahoria y el diente de ajo. Los rehogamos y dejamos pochar unos minutos.
2. Pelamos los langostinos reservando las cabezas y las cáscaras para nuestro fumet y echamos los cuerpos a la cazuela. Removemos bien hasta que los langostinos cambien totalmente de color. Incorporamos la harina y removemos.
3. En un cazo o cazuela pequeña calentamos el fumet, añadimos las cáscaras de gambas, para que éste tenga un sabor más concentrado y dejamos que hierva despacito antes de incorporarlo a la mezcla.
3. Después añadimos la salsa de tomate y el tomate concentrado a la cazuela de la verdura y los langostinos. Volvemos a remover y vertemos el brandy sobre el guiso. Dejamos que evapore el alcohol y cubrimos con el caldo de pescado que colaremos previamente, de manera que sobrepase 2 dedos por encima del resto de los ingredientes. Salamos al gusto.
4. Dejamos que hierva, a fuego medio, durante 20 minutos y retiramos la cazuela del fuego.
5. Trituramos la mezcla con la batidora y la pasamos por el pasapurés. Volvemos a colocarla en la cazuela, a fuego medio y añadimos la nata. Batimos bien, hasta obtener una crema lisa y homogénea. La hervimos 5 minutos y la pasamos por un colador, para que no quede ningún grumo.

Fácil, ¿verdad? Además de que se puede hacer con antelación, congelar y descongelar el día antes, darle luego un calentón en un cazo y servir tan a gusto... os la recomiendo muchísimo.
Ya me diréis qué os parece.
Yo os mando un besuco gordo, ¡nos vemos mañana!
Luz.

Miniquiches de cangrejo... ¡en vivo y en directo!

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¡Buen día de lunes! Uyuyuyuy... ya estamos a 10 días de Navidad, ¿cómo van esos preparativos? ¿Ya habéis visto las recetas navideñas que tengo colgadas en el blog? Porque os aseguro que son un vicio, que salen requete-bien y que no son nada costosas... al menos la mayoría, jejeje...




La cuestión es que, si queréis probar recetas nuevas esta Navidad yo siempre os voy a recomendar que las probéis antes, ¡nada de improvisar el día de Nochebuena! Es mejor ir tranquilo y seguro sabiendo lo que puede salir mal... ya sea el horno, la manga pastelera o tú que ves que no tendrás tiempo para todo... ¡¡mejor saberlo antes!! ¿no?
Yo, por eso, esta semana previa suelo dedicarla a los experimentos, jejeje... y quería, por eso mismo, dejaros esta receta que es un exitazo, en mi casa, y en el Catering.... ¡gusta muchísimo!

Es un aperitivo estupendo, completo y riquísimo, diferente de lo que solemos ver por ahí y os aseguro que lo más caro de la receta son las tartaletas, ¡tal cual!

Pero dejar que os lo explique mejor en este video... ¡si esa soy yo! Jejeje... no sé si lo sabíais, pero con la inauguración de la Escuela de Cocina y el Catering todo el mundo me recomendó muchísimo pasarme al formato audiovisual, por un lado por eso de la cercanía y el contacto... ¡así me veis en persona! Por otro porque es más directo y se ven las cosas mejor... así que tenemos abierto un canal de YouTube que creo que podría gustaros e interesaros... en él colgaré alguna de las recetas que luego enseño en los Cursos de cocina, así como trucos, ideas, presentaciones... ¡un poco de todo!

Espero que os paséis por el canal y me dejéis un hola, y sería fantástico, también, si os suscribierais, así no hay peligro de que os vayáis a perder nada, y, tranquilos, no soy una loca de las de estar todo el día subiendo, antes bien lo contrario, jejeje..

Os dejo en cualquier caso el video de las miniquiches... ¡y ya me contaréis! Que os parecen estas.... ¡y si os gusta el video!



Un besuco grandote a todos, Luz.

Hoy publico aquí... la fiesta de Star Wars de Alberto

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Hoy, como cada miércoles, os invito a visitar la página del blog del Catering las Hermanas donde publicamos nuestras experiencias, encargos y novedades... la de hoy, ¡una fiesta de Star Wars!



Ya me diréis qué os parece... os dejo aquí el enlace:


Yo os mando un besazo enorme, y os deseo un ¡feliz miércoles!
¡Nos vemos el viernes de nuevo!
Luz.

Sopa de rape... para el reto de la Marquesa de Parabere

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¡Buen día de viernes! Ya en vísperas de Navidad... seguro que vais tremendamente avanzados con los preparativos, ¿o sois como yo que os ha pillado el toro? Reconozco que a mí, este año, con eso de cocinar para los demás se me está haciendo difícil encontrar un momento para sentarme a organizar mis propias comidas navideñas, jejeje... ¡parece mentira!

Además, no sé cómo pero diciembre se ha pasado volando... en fin, espero que las recetas que he puesto, sumadas al recetario navideño que he colgado en el slider de incio os sirvan de ayuda... a mí la verdad es que sí, al menos de inspiración, jejeje...

La receta que os traigo hoy puede serviros mucho, igualmente. Es de la incomparable Marquesa de Parabere, y la he hecho para el reto mensual que Estela convoca. Este mes estaba ella indecisa sobre si con tanto lío navideño podríamos participar, ¡pues claro que sí! Y más con una receta como esta, que es ideal todo el año... más si cabe en estos días de fiestorros familiares, donde una sopa siempre es bien recibida, ¡y más si es de pescado!



Había una infinidad de elecciones, que Estela siempre nos lo pone bien fácil, aunque luego la Marquesa se encargue de darnos sus complicaciones, jejeje... pero yo he aprendido que, con ella, un 60% tiene que ser su receta... y un 40% tuya, sí tal cual... siempre es mejor improvisar un poco y, sobre todo, llevar al siglo XXI recetas pensadas, obviamente para otro tiempo y lugar. Las bases, ingredientes y principios son los mismos, lo único que varía es, en muchos casos, el procedimiento o la ayuda "eléctrica" con que tú puedas contar.


No me enrollo más y os presento esta receta, por si os anima a hacerla en estas fiestas...

Receta de sopa de rape de la Marquesa de Parabere


Ingredientes para 4 platos hermosos:
- 500 gramos de rape (yo usé cachetas de rape, más económicas, sin espinas y deliciosas)
- 300 gramos de puré de tomate (y yo le pondría incluso menos... sino queda mucho sabor a sopa de tomate, la verdad)
- 1 cebolla picada
- 1 cuscurro de pan
- Un puñadito de almendras tostadas
- 4 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 litro de caldo de pescado, o, en su defecto, de agua
- 2 dientes de ajo
- 1 yema de huevo duro
- Una pizca de pimentón dulce
- Unas hebras de azafrán
- Perejíl fresco

Modo de hacerlo:
1. Saltea el rape en trozos menudos en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva. Reserva.
2. Pon a calentar en una cazuela mediana dos cucharadas de aceite de oliva. Una vez caliente fríe la cebolla picada hasta que esté translúcida.
3. En ese momento añade el tomate triturado y el caldo de pescado.
4. Deja que rompa a hervir, tápalo y déjalo cocer unos 15 minutos.
5. Mientras en un bol mezcla el cuscurro de pan, que podemos freír previamente en la sartén donde hemos salteado el rape; la yema de huevo, las almendras, los dientes de ajo, el azafrán y el pimentón dulce.
6. Añade a esta mezcla un cucharón del líquido de cocción y tritúralo todo hasta obtener una pasta fina.
7. Agrégala a la sopa y deja cocer la misma los 15 minutos que habíamos dicho.
8. Una vez bien cocida tritura bien todo el contenido con la batidora de mano, devuelve al fuego, agrega los trozos de rape y déjala hervir otros 5 minutos.
Pasado ese tiempo está lista para servir, decorada con un poco de perejil fresco picado.


¡Listo! Es bien sencilla, salvo por el rape (que podéis sustituir, por congrio, por ejemplo), es una receta bien económica, de las que entona el cuerpo de lo lindo y entra fenomenal como primer plato de una buena cena... ¡lo tiene todo! jejeje...

Yo, después de habérosla vendido, espero, me voy a ver qué otras propuestas han elaborado mis compañeros... el domingo os espero ¡tenemos receta doble!

Un besuco enorme,
Luz.
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